lunes, 3 de enero de 2011

Resumen de los capítulos de Sweezy

6. La tendencia descendente de la tasa de la ganancia.

Comenzamos estableciendo una serie de bases: la acumulación del capital conlleva una progresiva mecanización. Esta mecanización aumenta la producción en un periodo de tiempo preestablecido, incrementando la eficiencia productiva. De esto se saca un incremento constante en la mecanización así como, un efecto similar en la composición orgánica del capital (desembolso del capitalista en materiales y maquinaria). Teniendo en cuenta esto, Marx formuló la “ley de tendencia descendente de la tasa de ganancia”:
G=p´ (1-o)

Se supone que la tasa de plusvalía (p´) es constante, luego la tasa de ganancia (g) varía de forma inversa a la composición orgánica del capital (o). He aquí la novedad; anteriormente hemos establecido que “o” exhibe una tendencia ascendente en el curso de desarrollo capitalista, luego, para que esta fórmula se cumpla, la tasa de ganancia (g) debe caer.

Así pues, Marx enumera una serie de causas contrarrestantes, que devalúan a la ley mencionada y la etiquetan de tendencia.

Abaratamiento de los elementos del capital constante. El uso creciente de maquinaria disminuye el valor por unidad del capital constante. Esto es, que un aumenta dado en la composición orgánica del capital, que a su vez hace bajar el valor del capital constante, puede actuar como un autocorrectivo. Legando incluso a anular el aumento inicial.

Aumento de la intensidad de explotación. La prolongación de la jornada de trabajo aumenta la tasa de plusvalía, aumentando la cantidad de trabajo excedente sin afectar la del trabajo necesario. Por otro lado, el estirar y el acelerar también tienen efecto. Sin embargo, la consecuencia en ambos casos es la elevación de la tasa de ganancia.

Depresión de los salarios más abajo de su valor. Marx no hace mucho hincapié en este aspecto, ya que parte del supuesto de que los salarios están regulados por el mercado y no por los capitalistas de manera deliberada.

Sobrepoblación relativa. Una mayor composición orgánica del capital, se traduce en más maquinaria, dejando libres mayor número de trabajadores. Estos trabajadores libres favorecen la aparición de nuevas industrias que tienen una tasa de ganancia más elevada (en un inicio) que las industrias viejas.
Sin embargo es necesario mencionar el otro efecto, este es la reducción en la tasa de salarios provocada por la competencia de la mano de obra, lo que tiene como efecto un incremento en la tasa de plusvalía.

Comercio exterior. El comercio exterior puede abaratar en parte los elementos del capital constantes, en parte los elementos del capital variable, también tiende a elevar la tasa de plusvalía y devalúa el valor del capital constante, subsecuentemente elevando la tasa de ganancia.

Seguimos con una crítica a esta ley, por parte de P. Sweezy; En principio no hay razón lógica para revocar lo expuesto, pero surge la crítica a la hora de suponer una tasa de plusvalía constante y un incremento en la tasa de ganancia en detrimento de las condiciones laborales del trabajador. Lo cierto es que la productividad acrecentada beneficia ambivalentemente.

En primer lugar, el supuesto de la constante plusvalía pasa por alto el efecto que tiene el “ejército de reserva” sobre los salarios, pues los deprime, con lo cual incrementa la tasa de plusvalía. Además el propio Marx se contradice estableciendo que un ascenso en la composición orgánica del capital conlleva un aumento de la productividad, y postulando por otra parte, que el incremento de la productividad conlleva un invariable incremento en la tasa de plusvalía. A fin de cuentas, P. Sweezy aboga por una composición orgánica del capital y una tasa de plusvalía variables. Con lo cual, la tasa de ganancia queda indeterminada.

Por otro lado, existe otro error en lo postulado por Marx. Lo cierto es que en términos estáticos sí que más material y maquinaría significa más productividad, luego se puede asumir una mayor composición orgánica del capital. Sin embargo, Marx pasa por alto la dinámica de la productividad, en el sentido de que el avance científico técnico proporciona de por sí una mayor productividad de las máquinas y de los obreros. Y al ser la composición orgánica del capital un índice de valor, puede errar este al estimar en términos físicos. P. Sweezy propone considerar los cambios en la composición orgánica del capital sólo en el sentido neto que toma en cuenta el abaratamiento de los elementos del capital constante, evitando errar haciendo evaluación en términos físicos.

A estas alturas, y teniendo en cuanta lo criticado por Sweezy, no es desorbitado pensar que la tasa de plusvalía y la composición orgánica del capital son de equivalente importancia, estando el error en la atribución de “constante” a la variable de tasa de plusvalía.

Así pues, queda refutada la “ley de tendencia de ganancia descendente”, lo cual no quiere decir que exista una tendencia con similares características. Tampoco niega la validez de las causas contrarrestantes expuestas por Marx, sin embargo menciona la importancia de una de ellas en especial; el aumento de la intensidad de explotación (speed up, stretch out, taylorización, etc.) pues elevan mucho la tasa de plusvalía.

Por otro lado es necesario mencionar otras fuerzas, que se han pasado por alto, que influyen en el ámbito de esta tendencia.


Sindicatos. Si el “ejército de reserva” se encontrara en competencia libre, los salarios caerían a niveles de subsistencia, amplificando los beneficios del capitalista, siendo esto un obstáculo para la participación de los obreros en el desarrollo industrial. Los sindicatos regulan esta fuerza de trabajo.

Acción del estado en beneficio de los trabajadores. La limitación legal de la jornada de trabajo, el seguro contra el desempleo, etc. Muchos otros factores no mencionados, juntos con estos mencionados, tienden a reducir la tasa de ganancia y de plusvalía.

Organizaciones patronales. Actúan para ofrecer mejores posiciones contractuales del capital frente al trabajo, incrementando la tasa de ganancia.

Exportación del capital. Mitiga la presión sobre el mercado de trabajo doméstico, elevando la tasa de ganancia o más bien, evitando el efecto depresivo de la acumulación, puesto que reduce la competencia.

Formación de monopolios. A pesar de los objetivos de los monopolistas de elevar su propia tasa de ganancia, puede tener como efecto la elevación de la tasa de ganancia general.

Acción del estado en beneficio del capital. Por ejemplo el proteccionismo a través de impuestos aduaneros, cuyo efecto puede ser la elevación de la tasa de ganancia general.

En el análisis del capitalismo es necesario tener mucho más en cuenta que un par de variables, y aun así no será suficiente, ya que la economía es un mundo muy dinámico y en constante cambio. La economía afronta las mismas dificultades que el resto de ciencias sociales.

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